enero 11, 2013

Lista de Regalos


Nuevamente se acerca mi cumpleaños, y he pasado estos días echando mucha broma con una supuesta lista de regalos que quería hacer. Es como interesante esa idea, así como en las bodas, hacer una lista de las cosas que la pareja espera recibir y que los invitados van a comprar voluntariamente, así se evitan recibir 4 planchas, 3 hornos microondas y 200 juegos de cubiertos, aunque esos últimos nunca sobran y lo anterior se puede vender.

Pero bueno, tomando la idea como algo cierto, dejándome llevar quizás por la expectativa, haré esa lista de regalos, aún cuando realmente no me preocupe obtener todo lo que pueda pedir aquí. Siempre me cuesta decidir por donde comenzar.

Quienes me conocen saben lo importante que son para mí los recuerdos, así que eso sería la primera línea de regalos: fotografías pequeñas o recuerdos de momentos vividos con mis amigos y mis seres queridos. Eso siempre será lo más preciado para mí.

Luego me dejaría llevar por mi amor por la cultura, lo internacional, y me decantaría entonces por regalos “del mundo”: llaveros, símbolos, figuras, estatuillas, cualquier cosa que represente una nación o una cultura.

Después entraría mi amor por la magia y lo místico: lecturas de cartas o runas o ajustes de chacras, libros sobre el tema, símbolos, signos, velas, inciensos y demás.

Más abajo vendría mi pasión por los peluches, para quienes no lo saben: AMO LOS PELUCHES.

Y finalmente, recibiría con gusto cualquier cantidad de libros, bien sea novelas, cuentos, enciclopedias, o cualquier forma de lectura relacionada con temas de mi interés.

Además, mis amigos cercanos saben que me fascinan las cosas hechas a mano. Siempre he creído que representan una mayor voluntad de dar, un esfuerzo más grande por hacer y no sólo elegir en una tienda, un compromiso interesante para sorprender al receptor con algo absolutamente original. No significa que no acepte un regalo comprado, es perfectamente válido también, no todos tienen sus habilidades creativas bien desarrolladas.

Pero, la verdad es que, llegado el día, si uno de  mis amigos llega sin un regalo a mi cumpleaños tampoco me enojaré por eso. Para mí el cumpleaños es una excusa perfecta para compartir con amigos y familiares de las cosas buenas que ha brindado el año que está terminando, es el momento de recordar las lágrimas y sonrisas, los problemas, victorias y altibajos que han marcado nuestra evolución, y por sobre todo, los rostros que nos han acompañado en los buenos, malos, peores y mejores momentos de nuestros ciclos.


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