junio 29, 2011

No es tan facil ser actor porno

Todos queremos ganarnos la vida fácil, hacer algo que nos guste y que nos paguen muy bien por eso. Todos queremos, dentro de nuestra propia ideología y preferencias, conocer personas atractivas, relacionarnos con gente nueva y si es posible, tener alguna que otra aventura en el camino, algo de adrenalina para sentirnos vivos.

El actor porno, a mi parecer, es una de esas profesiones que reúne todo lo que muchos se imaginan como la vida fácil. Te pagan por mantener un físico en excelentes condiciones, conocer mucha gente nueva, tener sexo con personas igualmente atractivas y convertirte en el ídolo de cientos de miles de personas en el mundo que quisieran tener una vida como la tuya.

¿Pero realmente es una vida fácil? No nos metamos con ninguna de las complicaciones obvias, como la falta de privacidad de una estrella en cualquier medio, problemas con el alcohol o las drogas quizás (que no son inevitables) y por supuesto, muchos chequeos médicos y requerimientos de alimentación, ejercicio y cuidados estéticos.

Y si quitamos todo eso del medio, muchos dirán: “ES EL TRABAJO PERFECTO”. Yo les diría a esas personas: “SI, CLARO, ESO CREES TU”.

Comencemos, como dicen por ahí, por el principio. Para ser actor porno, no es suficiente tener ganas de socializar y experimentar en la cama. Lo primero que necesitas es un gancho. No para colgar la ropa que te vas a quitar en el set, no; un gancho es una cualidad física que te haga destacarte por encima del hombre o la mujer promedio: un cuerpo escultural, un rostro hermoso, una mirada seductora, una capacidad sexual envidiable, una configuración genital de impacto. Ya por ahí vamos dejando a unos cuantos por fuera de los castings.

Ahora, supongamos que si tienes esa cualidad, ese “yo no se qué” especial que te hace sobresalir del montón, la pregunta seria ¿estas dispuesto a compartirlo con el resto del mundo? Y no me refiero a mostrarle tu paquete al vecino de a lado, ni exhibirle las pechugas al jefe. Me refiero a perder la pena, la timidez, el pudor y la vacilación, me refiero a ser capaz de exhibir tu cuerpo, tus habilidades de actuación y tu desempeño sexual frente a camarógrafos, maquilladores, asistentes de sonido, iluminación y vestuario, directores, productores, compañeros de grabación y uno que otro buscador de talentos que se cuele en el set tratando de “descubrir” a la próxima gran estrella del porno.

Muy bien, sobresales del resto de la gente, no sufres de pena, ni timidez, ni ninguna clase de limitación exhibicionista de tu maestría sexual. Ahora ¿eres capaz de mantener la erección? Muchos decimos que para las chicas es más fácil hacer porno, pues su grado de excitación no se evidencia visualmente, y les es mucho más fácil fingirlo. Pero para un hombre en la industria del porno, se vuelve un imperativo el lograr una erección que aguante hasta una guerra mundial. El director dice “CORTE, se está corriendo el colchón”, “CORTE, hay que cambiar la posición”, “CORTE, probemos un ángulo distinto para esta toma”, “CORTE, quiero más luz en sus rostros”, “CORTE, levanta un poco más la pierna derecha”, “CORTE, háganlo más realista, que se sienta la pasión”. Y que no se te baje ni un segundo, porque arruinas la toma; además que en los medios el tiempo es oro, y cada segundo de alquiler del set y los equipos es una millonada deducible de tu paga, agradécelo a tu flacidez.

Pero aún si pasas esta ruda prueba a tu aguante y concentración sexual, falta una más. Tenemos esa extraña noción de que TODO EL MUNDO EN LA INDUSTRIA PORNO ES ATRACTIVO(A). Y no estoy muy seguro de donde salió. Para aquellos que reconocemos que disfrutamos de algo de porno de vez en cuando, la realidad es muy simple, rápidamente identificamos los actores que más nos gustan y son esas las películas que vemos, desechando a todos los demás sin pensarlo mucho. Pero eso no es un absoluto universal. Quizás, tarde o temprano, debas enfrentarte al gorila musculoso, a la dominatriz con tacones de punta de acero, al galán de ascendencia hindú que para ti no llega ni a chico simpático o a la buenota con cara de demasiadas, y muy malas, cirugías plásticas.

En fin, no siempre estaremos con personas que realmente consideremos atractivas, pero todo es parte del contrato, y de tu acción depende tu paga. Entonces la decisión es demostrar tu profesionalismo y hacer de tripas corazón para que la toma sea lo máximo y recibas tu cheque gordo. Después de todo, mientras más abierto seas y mejor actúes frente a la adversidad, más propuestas de trabajo recibirás, y con ello una mayor paga también.

Finalmente, existe una última complicación, y se llama “ratón moral”; esa sensación de culpa, de haber hecho algo malo, de estar “sucio”. Muchos no logran ir más allá del primer día por culpa del ratón moral. Y muchos terminan con grandes conflictos personales, sociales y de autoestima por culpa del ratón moral, que no es más que ese lío moralista-religioso que nos ata a una continua búsqueda de la aprobación de terceros.

¿Aún creen que es fácil ser actor porno? Yo lo creía, pero ya no.

¿Y cómo sé todo esto? Me lo contó un pajarito, nada más.


junio 14, 2011

Abro mis alas

Trataré de no divagar, y de hacer esto breve. El punto aquí, es que entre tanto que uno lee, entre tanto que uno conversa, conoce, aprende, experimenta, prueba y vive, se va dando cuenta poco a poco de muchas realidades que seguimos como simples borregos detrás de un pastor, con una falsa idea de originalidad, de ser únicos, diferentes, especiales, y no miramos ni a un lado ni al otro para darnos cuenta que no hacemos más que seguir el patrón en el que hemos sido criados, aunque nuestro corazón y nuestra mente griten con desespero que vayamos en una dirección diferente.

Somos latinoamericanos, y el drama es el pan nuestro de cada día. No sabemos vivir, ni dejar vivir a otros sin hacer criticas, sin intentar destruir a aquel que consideramos errado, descarriado, hereje, traidor, inmoral, raro, diferente, fenómeno y paren ustedes de contar. Pero no lo destruimos porque realmente lo consideremos mal, lo destruimos porque en su libertad, en su locura, en su “error” vemos el reflejo de nuestros propios deseos de ser libres, de expresar los más profundos deseos de nuestra piel, de nuestros labios, de nuestro corazón, nuestra mente y nuestra alma sin miedos y dejar salir todo aquello que reprimimos con tanta violencia para no ser vistos fuera del rebaño.

Y en su instante de luz, de magia, de libertad, cuando agitan las alas con la mirada en el cielo y despegan de esta triste y sombría realidad hacia los mundos más allá de nuestra comprensión y nuestro alcance, cuando logran conectarse con ellos mismos y olvidar el resto del universo, allí, cuando realmente se encuentran con ellos mismos y con lo que se esconde en el lugar más profundo de su ser. Los envidiamos por no poder imitarlos.

Y preferimos vivir en el silencio, en las sombras, en el rebaño. Pues yo digo, grito, exclamo: ¡YA NO MÁS! ¡No puedo vivir para alguien más! ¡No puedo! ¡No puedo ser conformista! ¡No puedo vivir por reglas que otros decidieron! ¡No puedo amoldarme a algo que mi ser rechaza como opuesto a mis emociones, a mis ideas, a mis pensamientos, a mis necesidades, a mí!

¡Ya no quiero ser parte del rebaño!

junio 10, 2011

Contrato Poliamoroso (Tercera Parte)

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Cuando lleguen los problemas, intentaremos resolverlos lo antes posible. Cuando nos enojemos o nos sintamos incómodos, pensaremos con calma y aclararemos un poco la mente antes de cualquier conversación. Nunca nos amenazaremos con romper nuestros lazos o nuestro compromiso con los otros, abandonándolos o pidiéndoles que se alejen. Nunca intentaremos lastimarnos físicamente entre nosotros. No esperaremos que esta relación sea perfecta, en ocasiones encontraremos el frio de la frustración, el estrés o la decepción, pero no intentaremos separarnos, ni echarlo todo a la basura por ello. Aceptaremos que habrá momentos de ira, tristeza, miedo y dolor, y entonces buscaremos apoyo emocional en los demás.

Usaremos la intimidad sexual como forma de expresar nuestro amor y deseo a los demás. No lo usaremos como forma de castigo ni de control. Valoraremos la intimidad sexual de los demás y seremos abiertos a las formas de expresión sexual de cada uno. Quizás no estemos de acuerdo, ni accedamos a todos los deseos o fantasías individuales, pero seguiremos abiertos a nuevas experiencias, sin embargo, no permitiremos acciones que nos hagan sentir incómodos. No tendremos intimidad sexual con nadie fuera de la relación a menos que todos estemos de acuerdo con ello. Si alguno se siente amenazado, reafirmaremos nuestro amor y compromiso y oiremos las necesidades y emociones de los demás. Sin embargo, no intentaremos controlar las acciones de los demás si el miedo esta fundado en pensamientos y emociones sin razón.

Nos haremos cargo de nosotros mismos, y compartiremos entre nosotros tanto como podamos, al máximo de nuestras capacidades. Mantendremos nuestra propiedad personal y respetaremos y cuidaremos todo lo que compartimos. Nos pondremos de acuerdo para resolver asuntos económicos y no intentaremos dominar a los demás con dinero. Así mismo, consultaremos entre todos antes de realizar algún cambio de residencia.

Nos comprometemos al crecimiento y evolución de cada uno, creando un futuro consciente juntos. Nos esforzaremos por respetar y cumplir este contrato, el cual podrá ser reescrito o reestructurado como nos parezca necesario.


junio 08, 2011

Contrato Poliamoroso (Segunda Parte)


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Cuidaremos los unos de los otros en caso de enfermedad o dolencia, aún si eso significa no hacer nada en lo absoluto. Respetaremos que, en la mayoría de los casos, cada uno sabe lo que es mejor para él y lo que necesita de otros. Sin embargo, no permitiremos que ninguno se lastime voluntariamente o atente contra su vida sin intentar persuadirlo de lo contrario. Seremos apoyo físico, moral, emocional y espiritual para los otros cuando estemos deprimidos y recibiremos lo mismo.

Seguimos siendo individuos únicos e independientes que decidieron enriquecer la vida de los otros y la propia en esta relación. A la final solo nosotros mismos podemos decidir ser felices o no, plenos o no. Somos iguales los unos a los otros, no más ni menos. No competiremos entre nosotros, ni intentaremos vencer sobre la voluntad de ninguno. Disfrutaremos las cualidades personales y buscaremos situaciones en las que todos salgamos ganando. Estaremos orgullosos de lo que tenemos y no lo tomaremos a la ligera. Nos aceptaremos como somos, sin tratar de cambiar aquellos aspectos que no compartimos. Nos esforzaremos por mantener la mente abierta. Apoyaremos el crecimiento de cada uno. No nos atacaremos en público ni en privado cuando suceda algo que perturbe la calma de alguno, simplemente lo aceptaremos como parte de la personalidad y lo conversaremos en privado para aprender y entendernos más y mejor. Recordaremos el amor que sentimos y la constancia que dedicamos a él. No intentaremos compararnos con relaciones pasadas, buenas o malas, ni guardar rencores. Disfrutaremos el compartir esperanzas, sueños, planes e ideas para el futuro.

Nuestro tiempo juntos será prioridad en nuestras vidas, lo valoraremos y nos esforzaremos para compartir tanto como sea necesario, pero también reconoceremos la necesidad de pasar tiempo a solas. Respetaremos ese derecho de realizar actividades por cuenta propia, todos tenemos amigos e intereses que no compartimos, y en ese sentido, no celaremos el tiempo individual, reconociendo que la plenitud que cada uno alcance nos beneficia a todos. Sin embargo, no nos cerraremos a nuevas experiencias y aprendizajes. Nuestras carreras académicas y laborales, nuestras familias y creencias también son importantes, y seremos comprensivos cuando estas nos separen por momentos en la vida.

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junio 06, 2011

Contrato Poliamoroso (Primera Parte)



 Investigando un poco en la red sobre lo que es el poliamor y las relaciones poliamorosas, nos topamos con esta especie de "contrato poliamoroso", donde unos declaran su amor por los otros, su deseo de formar parte de una relación así y la voluntad de crecer juntos como un núcleo en amor, honestidad, confianza, respeto y gozo.



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Contrato Poliamoroso

Las siguientes personas, por voluntad propia, acceden al presente Contrato Poliamoroso, en el día X del mes X del año X, con una duración de un año, al termino del cual se podrá renovar el presente contrato, a menos que se decida lo contrario y todas las partes se separen en paz, respeto y como seres plenos y libres:

(NOMBRE), (NOMBRE), (NOMBRE)

Nosotros, por voluntad propia, accedemos al presente contrato, eligiendo vivir juntos en el AHORA y permanecer de corazón abierto a una posible expansión de nuestro amor en el futuro. Entendemos que nada es eterno y que el “felices para siempre” solo existe en los cuentos de hadas, y que el amor y las relaciones requieren esfuerzos conscientes y constantes para poder mantenerse y florecer.

Somos libres para establecer compromisos, siempre y cuando aceptemos la responsabilidad de nuestras acciones. Nuestra libertad proviene de la expresión personal del poder de cada uno, y nadie es capaz de robarnos la capacidad de ser nosotros mismos. Elegimos ayudarnos a crecer y aprender entre nosotros, no poseer o dominar. Elegimos amar, honrar y respetarnos.

Seremos tan honestos y confiables como podamos ser; sin permitir situaciones o acciones que violen nuestros deseos personales, y sin embargo, respetando y escuchando las necesidades y emociones de cada uno. Cuando alguno necesite algo de otro, lo pediremos claramente, sin lanzar indirectas ni esperar que nos lean la mente. No forjaremos expectativas en relación al cómo debería ser o actuar alguno de los otros, para luego caer en discusiones y amarguras por su incumplimiento. Compartiremos nuestro amor, gozo y cariño entre todos.

Nunca usaremos la información, pensamientos o acciones personales en contra de los demás, ni los divulgaremos sin su consentimiento. Dejaremos en claro lo que “privacidad” significa para cada uno, y aceptaremos la definición de “privacidad” de los otros.

Continuara...


junio 03, 2011

Descansa en paz Sir Tony D'Cat

Hoy enterré a uno de mis mejores amigos.

Él no hablaba, pero siempre sabía llamar mi atención; estaba cerca cuando me sentía mal, siempre cuidándome, haciéndome compañía.

Él conocía todos mis secretos, mis lágrimas, mis risas, mi alegría y mi dolor.

Él siempre trataba de estar cerca de mí, de ganarse mi afecto y de ayudarme a mantener la calma.

Era un excelente confidente, aliado, enemigo, hijo, hermano, compañero, amigo, alumno y maestro.

No era solo una mascota, era un espíritu enlazado con el mío. Si dicen que las brujas siempre tienen un animal que las acompaña y las guía, el era mi guía.

Y fue muy triste decirle adiós, verlo esfumarse entre mis manos hasta quedar inmóvil, mudo, inerte.
Y fue muy triste dejarlo ir, verlo rendirse ante el sueño eterno.

Y fue muy triste ceder su cuerpo a la tierra, ver sus ojos perder el brillo, ver su respiración detenerse por completo.

Hoy enterré a uno de mis mejores amigos. Pero solo enterré su cuerpo, porque su presencia y su huella en mi vida seguirán vivos para siempre.


DESCANSA EN PAZ SIR TONY D'CAT