enero 01, 2013

Amigos con Derecho

Muchos oímos ese término y temblamos, algunos de miedo y otros de emoción. En ocasiones lo pensamos como algo imposible de mantener, creemos que dos personas no pueden cruzar esa línea de la amistad hacia lo más íntimo y seguir siendo solamente amigos, sin que surjan sentimientos y compromisos. Y en otras ocasiones pensamos que las relaciones serias y estables son demasiado complicadas y que quizás los amigos con derecho son la única solución para satisfacer nuestras necesidades físicas y/o sexuales sin el rollo de enamorarnos.

Pero la realidad es que ser amigos con derecho no es tan sencillo como parece, además que encontrarlos tampoco es fácil, se requiere de mucha paciencia y mucho pensar en lo que se debe hacer o evitar para que la situación no se complique y para que los candidatos no se asusten y se alejen.

En primer lugar, es importante recordar que son amigos con derecho, no novios, eso significa que no existe un compromiso de fidelidad que mantener, dejando fuera de inmediato cualquier forma de celos o posesión que se pueda presentar. El amigo con derecho puede salir, hacer, decir, andar, compartir y relacionarse con quien guste, sin que ninguno imponga límites al otro.

En segundo lugar, hay que mantener el norte de la situación, algunos amigos con derecho pueden ser más cariñosos, atentos o amables que otros, invitándote a cenar, a ver una película, a ir de paseo o cualquier otra actividad fuera del sexo, pero eso no significa que la relación se deba convertir en otra cosa. Justamente la idea de tener amigos con derecho es para compartir buenos momentos sin tener que involucrarse emocionalmente.

En tercer lugar, es importante mantener cierto grado de distancia. Algunos amigos con derecho se complican cuando se comienza a pasar demasiado tiempo juntos, por ello es importante dar espacio al otro, y tomarse un espacio personal también, para seguir conociendo otras personas, quizás hacer nuevos amigos, con o sin derecho, intentar otras relaciones, nuevas actividades o explorar nuevas ideas sin sentirse asfixiado por alguien.

En cuarto lugar, cuando se tienen amigos con derecho, es importante tratar de que sean más de uno. Porque cuando surja esa necesidad de contacto físico y el amigo con derecho no esté disponible, habrá que tener un plan B bajo la manga para no sentirnos frustrados y arruinar la situación o recriminarle luego su ausencia. También para evitar que la repetición y la confianza nos lleven a un enamoramiento no deseado.

Eso me lleva al quinto lugar. Es importante, para los amigos con derecho, evitarse cualquier necesidad de dramas emocionales que puedan enturbiar la relación. Siguen siendo AMIGOS aunque tengan derecho a algunas cosas, y ningún amigo quiere sentirse recriminado por algo que no le corresponde, oficialmente hablando, no está en su contrato soportar regaños, discusiones y descargas emocionales del otro. A menos, claro está, que ambos decidan aceptarlo.

En sexto lugar, y esto es algo que me funciona mucho a mí mismo, es mantener la perspectiva de las cosas negativas de tus amigos con derecho. No que los veas como malas personas, sino que mantengas presente esos detalles que hacen que su relación se limite al campo de los amigos, los contras que evitan que esa persona te guste por completo y te ayudan a mantenerte a raya.

En séptimo lugar, cuando comiences a buscar amigos con derecho, es muy importante que definas cuáles son tus objetivos, qué es lo que quieres hacer, cómo lo quieres hacer, dónde lo quieres hacer, y con qué clase de personas lo quieres hacer. Puede que haya muchas opciones allá afuera, como puede que cueste mucho conseguir a alguien que te llame la atención, y quizás sea necesario bajar un poco los estándares. Pero no te dejes llevar como el viento a cada locura que aparezca, es importante arriesgarse y divertirse, si, pero también cuidarse y saber qué estás dispuesto a probar y qué simplemente no te interesa en lo absoluto.

Por último, si estás en busca de amigos con derecho, lo primero que tienes que hacer es sacarte de la cabeza todos esos rollos morales que te han enseñado en nuestra sociedad. Todo eso de ser puto, fácil, promiscuo, y lo que sea, es puro cuento para mantener a la gente reprimida en el plano sexual, que es la forma más personal e íntima de poder que tenemos. Tu cuerpo es tuyo y tú decides con quien lo compartes, nadie más tiene que darte opiniones, juicios o castigos si tú no lo permites. Así que desecha toda esa basura moralista ridícula, absurda y patética, y prepárate para divertirte y explorar tu cuerpo y tus posibilidades sin miedos.

Y, tomando todo eso en cuenta, bienvenidos sean todos mis amigos con derecho.



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