octubre 05, 2015

Cambio Constante

¿Qué haces cuando te das cuenta que amas tu trabajo y tu pareja y tu casa y a tus amigos y tu vida en general? ¿Qué haces cuando parece que todo va de maravilla, que has alcanzado una serie de metas y la vida parece sonreírte en pleno?

Simple. Te das cuenta de lo iluso que eres y lo poco que sabes de energía y el universo.

Eres un iluso porque la vida jamás alcanza un pleno, porque siempre hay algún punto inestable, salvaje, indomable, caótico, un cabo suelto. Y es que debe haberlo, para mantenerte despierto, activo, con vida, con ganas de cerrar ese ciclo mientras, a tu espalda, se abren otras costuras que tendrás que cerrar luego.

La única constante en el universo es el cambio. Nada permanece, nada es eterno, nada es inmutable, nada es fijo o perfecto o estable o duradero. Todo se mueve, cambia, se altera, se contrae y se expande a tu alrededor, a veces hasta sin darte cuenta.

Lo único constante en la vida es el cambio. Y cuando llegas a ese punto en el que todo parece que va de maravilla es cuando más debes prestar atención, a tu alrededor millones de cosas entran en estado de caos para mantenerte siempre en movimiento, siempre en balance, siempre en la búsqueda de más y mejor.



Que bella es la vida y que bellos son los cambios. Que impresionante saber que ninguna meta será la cumbre, porque siempre habrá destinos más altos, más puros, más nobles que conquistar. Realmente vale la pena vivir sabiendo que cada logro sólo es el inicio del siguiente reto.


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