abril 19, 2015

Insomnio

Esta es la primera entrada que hago desde el teléfono.

Son las 2.45 am. Y no tengo sueño.

Hoy fue un día raro, diferente, en muchos sentidos hasta positivo. Pero les ha pasado que después de un día así, se meten en la cama y sienten que pudieron hacer más? Que el día estuvo bien, pero pudo ser mejor? Que tomaron algunas decisiones poco acertadas y que, muy en el fondo, se arrepienten de algunas de esas decisiones?

A mí si me pasa.

Y es que pienso que el universo dejó la puerta sin trancar pero yo me quede tocando en lugar de intentar girar la perilla, me paso de chico decente y educado y termino siendo el que mira por la ventana  como las cosas que quería se van en otra dirección.

Entonces no sé qué hacer. Y no sé con quien conversar.

Siento ese vacío que el mejor amigo debería llenar. Ese personaje que sea capaz de escuchar con paciencia tus penurias y verte llorar mienta te dice que todo estará bien, aunque sepa que es mentira. Esa persona que, sin juzgarte, te dice que estas haciendo lo mejor para ti y para ti felicidad, pero también te sienta y te dice cuando algo te está lastimando y el dolor o la necesidad de afecto te mantienen ciego.

No tengo un mejor amigo. Porque, siendo un puercoespín, es difícil mantener alguno cerca. Y, habiendo sentido las espinas de otros, puercoespines y no puercoespines por igual,  es difícil abrirse más allá de lo estrictamente necesario.

Son las 3 am. 15 minutos entre pelear con el teclado y borrar errores y corregir palabras. Aún no tengo sueño. Pero intentaré dormir ignorando el nivel exorbitante de frustración y vacío que siento en este momento y que ni siquiera el chico que me ama logra entender porque, para él, todo fluye fácil. Y los demás, incluyéndome, que se jodan!

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