Muchos oímos ese término y temblamos, algunos de miedo y
otros de emoción. En ocasiones lo pensamos como algo imposible de mantener, creemos
que dos personas no pueden cruzar esa línea de la amistad hacia lo más íntimo y
seguir siendo solamente amigos, sin que surjan sentimientos y compromisos. Y en
otras ocasiones pensamos que las relaciones serias y estables son demasiado
complicadas y que quizás los amigos con derecho son la única solución para
satisfacer nuestras necesidades físicas y/o sexuales sin el rollo de
enamorarnos.
Pero la realidad es que ser amigos con derecho no es tan
sencillo como parece, además que encontrarlos tampoco es fácil, se requiere de
mucha paciencia y mucho pensar en lo que se debe hacer o evitar para que la
situación no se complique y para que los candidatos no se asusten y se alejen.
En primer lugar, es importante recordar que son amigos con
derecho, no novios, eso significa que no existe un compromiso de fidelidad que
mantener, dejando fuera de inmediato cualquier forma de celos o posesión que se
pueda presentar. El amigo con derecho puede salir, hacer, decir, andar,
compartir y relacionarse con quien guste, sin que ninguno imponga límites al
otro.
En segundo lugar, hay que mantener el norte de la situación,
algunos amigos con derecho pueden ser más cariñosos, atentos o amables que
otros, invitándote a cenar, a ver una película, a ir de paseo o cualquier otra
actividad fuera del sexo, pero eso no significa que la relación se deba
convertir en otra cosa. Justamente la idea de tener amigos con derecho es para
compartir buenos momentos sin tener que involucrarse emocionalmente.
En tercer lugar, es importante mantener cierto grado de
distancia. Algunos amigos con derecho se complican cuando se comienza a pasar
demasiado tiempo juntos, por ello es importante dar espacio al otro, y tomarse
un espacio personal también, para seguir conociendo otras personas, quizás
hacer nuevos amigos, con o sin derecho, intentar otras relaciones, nuevas
actividades o explorar nuevas ideas sin sentirse asfixiado por alguien.
En cuarto lugar, cuando se tienen amigos con derecho, es
importante tratar de que sean más de uno. Porque cuando surja esa necesidad de
contacto físico y el amigo con derecho no esté disponible, habrá que tener un
plan B bajo la manga para no sentirnos frustrados y arruinar la situación o
recriminarle luego su ausencia. También para evitar que la repetición y la
confianza nos lleven a un enamoramiento no deseado.
Eso me lleva al quinto lugar. Es importante, para los amigos
con derecho, evitarse cualquier necesidad de dramas emocionales que puedan
enturbiar la relación. Siguen siendo AMIGOS aunque tengan derecho a algunas
cosas, y ningún amigo quiere sentirse recriminado por algo que no le
corresponde, oficialmente hablando, no está en su contrato soportar regaños,
discusiones y descargas emocionales del otro. A menos, claro está, que ambos
decidan aceptarlo.
En sexto lugar, y esto es algo que me funciona mucho a mí
mismo, es mantener la perspectiva de las cosas negativas de tus amigos con
derecho. No que los veas como malas personas, sino que mantengas presente esos
detalles que hacen que su relación se limite al campo de los amigos, los
contras que evitan que esa persona te guste por completo y te ayudan a
mantenerte a raya.
En séptimo lugar, cuando comiences a buscar amigos con
derecho, es muy importante que definas cuáles son tus objetivos, qué es lo que
quieres hacer, cómo lo quieres hacer, dónde lo quieres hacer, y con qué clase
de personas lo quieres hacer. Puede que haya muchas opciones allá afuera, como
puede que cueste mucho conseguir a alguien que te llame la atención, y quizás
sea necesario bajar un poco los estándares. Pero no te dejes llevar como el
viento a cada locura que aparezca, es importante arriesgarse y divertirse, si,
pero también cuidarse y saber qué estás dispuesto a probar y qué simplemente no
te interesa en lo absoluto.
Por último, si estás en busca de amigos con derecho, lo
primero que tienes que hacer es sacarte de la cabeza todos esos rollos morales
que te han enseñado en nuestra sociedad. Todo eso de ser puto, fácil,
promiscuo, y lo que sea, es puro cuento para mantener a la gente reprimida en
el plano sexual, que es la forma más personal e íntima de poder que tenemos. Tu
cuerpo es tuyo y tú decides con quien lo compartes, nadie más tiene que darte
opiniones, juicios o castigos si tú no lo permites. Así que desecha toda esa
basura moralista ridícula, absurda y patética, y prepárate para divertirte y
explorar tu cuerpo y tus posibilidades sin miedos.
Y, tomando todo eso en cuenta, bienvenidos sean todos mis
amigos con derecho.