Hoy leí esta frase: “Si te hace sonreír con cualquier
tontería, te enamoraste”. Y me dejó pensando en lo certero de dicha
afirmación. Y claro, los recuerdos, ustedes saben…
Recuerdo este chico que finge una sonrisa.
Recuerdo este chico que cuenta como “casi” lo muerde un
perro con todo y mímica.
Recuerdo este chico que me abraza y no me deja respirar.
Recuerdo este chico que podía pasar horas abrazado conmigo
en cama viendo a Miss Swan.
Recuerdo este chico que intenta destapar una botella de vino
y el corcho no sale.
Recuerdo este chico que finge que no sabe usar el facebook
para tenerme cerca.
Recuerdo este chico que se prueba diez mil cosas para decir
que no sabe qué usar.
Recuerdo este chico que se lee todo mi blog en un día y
luego intenta sorprenderme hablándome de mí mismo y de sus impresiones ante mis
publicaciones.
Recuerdo este chico que oye una sinfonía de Beethoven por
primera vez y su cara de impacto.
Recuerdo este chico que intenta aprenderse una melodía y se
ríe porque sabe que va terrible.
Recuerdo este chico que, después de un momento íntimo,
comienza a darse cuenta que no hizo nada de lo que habíamos planificado.
Recuerdo este chico que intenta hacer aros con el humo del
cigarro para llamar mi atención.
Recuerdo este chico que me dice que me echará los perros y
comienza a ladrarme.
Recuerdo este chico que, durmiendo, se rueda más de lo que
da la cama y termina en el piso.
Recuerdo este chico que busca sus lentes mientras los tiene
sobre su cabeza.
Recuerdo este chico que se sienta conmigo a pintar un cuadro
y hace manchas con los dedos.
Recuerdo este chico que comienza a cantar en un transporte
público con baile y todo.
Recuerdo este chico que, de la nada, saca una rosa de papel
y me la ofrece en pleno viaducto.
Recuerdo este chico que intenta cocinarme una cena y esconde
el libro de recetas detrás de si.
Recuerdo este chico que me dice que me ama mientras cae
vencido por el sueño y cada palabra sale a medias, y acompañada de un gran
bostezo.
Recuerdo este chico que, en medio de una discusión, se me
acercó suavemente y me robó el aliento con un beso.
Hay tantos recuerdos en mi mente. Todos hermosos. Porque es
cierto que lo malo es lo que nos marca la vida, pero lo bueno es lo que nos da
ganas de volverlo a intentar, de seguir buscando y seguir soñando que
encontraremos esa persona con la que nos sentiremos en la compañía perfecta,
sin importar cuantos pasos en falso hayamos dado o cuantas pruebas hayamos
pasado, a veces son sólo segundos de paz, de miradas, de besos, caricias y
sonrisas, que hacen que todo valga la pena.