abril 22, 2020

Evaluando Apps: OPEN

El día de hoy les traigo la que, hasta ahora, se ha convertido en mi app favorita. Me he encontrado una app para relaciones abiertas y tríos llamada OPEN.


Esta app se promociona como una de las comunidades más abiertas entre las apps de ligue, y en principio, siguiendo los lineamientos para crear el perfil, parece serlo bastante. Entre las primeras pantalla, se te invita a "aceptarte a ti mismo, conectarte con otros y explorar tus gustos y necesidades".


Mientras creas tu perfil, la lista de orientaciones sexuales e identidades de género es bastante larga e inclusiva, brindando la posibilidad de elegir entre homosexual, bisexual, pansexual, asexual, queer, sapiosexual, transgénero, transexual, etc.

Y al final se te invita a elegir entre cientos de etiquetas para marcar tu perfil, que van desde prácticas sexuales, actividades deportivas, gustos en viajes, música, moda, hobbies, etc., con la finalidad de que te identifiques lo más claro posible para conectar con otros como tú.


El formato de presentación de perfiles es muy sencillo, el típico de marcar SI o NO ante los perfiles para decir si te interesa conocer a la persona o no. En líneas generales, la aplicación es super amigable, con funciones muy fáciles de usar y con las intenciones más inclusivas que he visto en alguna de estas apps. Por todo esto, OPEN se merece, para mí, un 9.8.


¿Y por qué no le doy un 10? Porque la única cosa que le falta a OPEN para ser increíble, es socializarse más, llegar a más gente. La intención, la idea, la aplicación como tal, me parece increíble, pero no hay suficientes perfiles en Colombia como para que la aplicación valga la pena. Que triste por esto, porque esta app promete mucho.

abril 20, 2020

Evaluando Apps: 420 Singles

Feliz 420 a todos!

Les tengo la app más genial para esta fecha. ¿Alguna vez han pensado en una app para conectar solteros que disfruten de enrolar uno juntos o cultivar su propia hierba en pareja? Pues ya existe y se llama 420 Singles.



Esta app tiene un formato super sencillo de usar, y el formato de presentación de perfiles es el clásico de marcar una especie de FLOR VERDE si te interesa o una X si no.



Pero lo más divertido de esta app son las preguntas para crear el perfil. Que van desde tu preferencia por The Walking Dead o Game of Thrones hasta tu creencia en los OVNIS, el ALMA y tu signo zodiacal por supuesto. Que eso es lo que realmente importa a la hora de conectar con otras personas. Por supuesto que si.



Es una aplicación super sencilla con una intención bastante clara. Pero en Colombia, donde me encuentro actualmente, quizás es muy poco conocida y existen muy pocos perfiles para hacer match. Aunque eso no niega que la idea está muy genial. Quizás necesitamos hacer más ruido a iniciativas originales como esta. Por tener un sentido práctico y de funcionalidad, más la originalidad de la idea, a 420 Singles le doy un 9. Bastante bueno, pero hace falta socializarla más. Espero tengan todos un increíble 420 y mucho humo de colores en este día.



abril 17, 2020

Evaluando Apps: Tinder

La aplicación es hoy es una de las más conocidas por todos, la popular Tinder. Originalmente lanzada en 2012 para iOS, luego se expandió para incluir Android y estalló a la fama, siendo referencia para millones de personas en el mundo y dejando su huella en la cultura popular, hoy en día se nombra como referente de apps de ligue en películas, series, libros y demás contenido, casi tanto como se nombra Grindr entre la comunidad gay.


Y como Tinder es tan popular, no vamos a perder demasiado tiempo explicando como funciona, es el formato simple de deslizar a la izquierda cuando no te gusta el perfil que ves o deslizar a la derecha si te llama la atención.

En su formato gratuito, Tinder te permite deslizar cierta cantidad de perfiles y dar SUPER LIKES que es una estrellita azul cuando alguien te gusta mucho. Me gusta la forma de estructurar los perfiles, permitiendo agregar datos como edad, locación, intereses, música, nueve fotografías y hasta conectar con Instagram y Spotify para explorar los gustos de tus posibles conexiones antes de decidir a qué lado quieres deslizar.


Sin embargo, analizando con calma los perfiles de Tinder, notamos uno de los errores que vimos en otras apps, y es que tú puedes configurar tu orientación sexual, pero eso no asegura completamente que los perfiles que estás viendo sean compatibles contigo. Por ejemplo, como hombre gay espero ver sólo perfiles de hombres, pero esto no me asegura que sólo vea hombres gay, lo que es peor, de vez en cuando salta alguna chica en mi pantalla, indicando más aún que los filtros de orientación y búsqueda no son tan precisos como uno quisiera creer.


Dejando esto de lado, algunas de las funciones más interesantes del Tinder, además de su popularidad, lo que asegura que habrá muchos perfiles para ver, son las siguientes:


Cada cierto tiempo, Tinder te sugiere 10 top picks, si no usas el SUPER LIKE, que es la estrellita azul que mencionaba antes, y estos perfiles suelen ser personas que muchos han deslizado a la derecha, lo que significa que son perfiles muy atractivos. Pero sólo puedes elegir a uno de estos diez cada cierto tiempo y van cambiando.


Y también tiene una función en la que te muestra perfiles de personas a las que les ha gustado el tuyo, claro, esto es una función VIP y toca pagar la versión premium para poder acceder a ello. Recientemente han incluido la función de verificación de perfiles, a la que los usuarios han ido respondiendo bastante bien, quizás muy pronto desaparezcan todos los perfiles falsos.

Como app gratuita, funciona bastante bien y el hecho de que sea tan popular te asegura posibles encuentros en casi cualquier parte del mundo. Sus funciones premium no son tan imprescindibles y la app corre prácticamente en cualquier dispositivo móvil. Por todo esto, a Tinder, le daré un 9, lo que la pone a la par de Grindr y Moovz como apps para coquetear y conocer gente.


abril 16, 2020

Evaluando Apps: Tríos

Créanlo o no, existen aplicaciones diseñadas con la intención de ayudarte a encontrar solteros o parejas para hacer tríos.

Hoy me decidí a probar un trío de estas aplicaciones y aquí les cuento, desde un punto de vista meramente práctico, cómo funcionan y mi opinión sobre cada una.

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La primera es 3Fun, una aplicación lanzada en 2016, que tres años después, en 2019, ya contaba con más de 2 millones de descargas. Se promociona como una aplicación líder en el campo de las parejas abiertas, poliamorosas y tríos, por supuesto.


3Fun se sincroniza con el acceso a Facebook, que me parece genial, ya que no tengo líos de privacidad, y te permite crear un perfil de manera muy sencilla, cargar hasta 5 fotos públicas y 5 fotos privadas.

Te permite marcar tu orientación sexual y elegir lo que buscas (personas solteras, parejas heterosexuales, parejas homosexuales, trans, etc.).


Al igual que otras apps, te ofrece la posibilidad de marcar un SI o NO a los perfiles de manera muy sencilla y te los va agrupando en distintas categorías, los que a ti te gustan, los que gustan de ti, y con quienes has hecho match. Una cosa muy genial de esta app es que intentan verificar los perfiles de todos los usuarios, así que no más encontrarse súpermodelos que no son tan súper en persona.

Hasta ahora todo muy bien y muy razonable, pero es en este motor de sugerencias en el que encuentro el primer fallo de la app, y es que te va sugiriendo perfiles sin tomar en cuenta tu orientación sexual con respecto a la de los demás. Por ejemplo, yo que me identifico en estas apps como hombre gay, esperaría ver sólo perfiles de hombres gay o bisexuales o parejas del mismo sexo, pero la app me sugiere muchos hombres heterosexuales, que si pueden ser muy atractivos, pero con los que seguramente jamás haré match.


Finalmente descubro que la app, en su versión gratuita, al igual que el Tinder, te limita la cantidad de perfiles que puedes ver en un mismo día. Y ya después de haber visto tantos heterosexuales, siento que mis posibilidades de encontrar algún match son muy mínimas.

Por esto, a 3Fun, le doy un 5. El hecho de que me sugiera tantos heterosexuales me mata mucho el ánimo de seguirla usando.



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Mi segunda app es 3nder, que apareció en el Reino Unido en 2014 y para 2017 tenía más de 1.6 millones de descargas.


Para no repetir lo obvio, entras, te creas el perfil, en 3nder puedes subir hasta 6 fotos (aquí nada de fotos privadas) y configuras el tipo o tipos de personas que te interesan, la distancia o región, edades, etc. Una vez adentro de la app, puedes ver detalles adicionales e ingresar información en tu perfil.

Lo interesante de esta app es que combina dos modos de visualización de perfiles. Por un lado, te muestra perfiles en modo SEARCH en el que puedes ver a todos los que se encuentran cerca de ti.


Y, en el modo MATCH, te muestra los mismos perfiles pero en formato de pasar perfiles a la derecha si te gustan o a la izquierda si no te gustan de otras apps del mismo tipo.


Así que es como ofrecerte que uses el método que más te guste, pero que de todos modos veas a la gente. LOL. Sin embargo, descartar perfiles en el modo MATCH no los elimina del modo SEARCH, así que si te pasaste algún perfil que SI te llamó la atención, puedes simplemente cambiar el modo y volverlos a buscar.

Pero, igual que la app anterior, esta no filtra los perfiles por su orientación sexual.

Eso está bueno. Por ser pilos y mezclar dos métodos de visualización de perfiles, les doy unos puntos extra, y así 3nder se lleva de mi parte un 6.



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La tercera app de hoy se llama 3rder. Ya sé, todas tienen unos nombres supremamente originales.



En esta me pareció súper interesante que te permite, mientras creas el perfil, elegir si quieres ver hombres, mujeres, pareja hombre-mujer, pareja mujer-mujer, pareja hombre-hombre y trans. Bastante inclusivo. Muy bien.



Lo primero es que te lleva a la bandeja de mensajes y te muestra algo parecido a las reglas de la app, y te indican que es un espacio para encontrar diversión y placer, pero también que la sobre-exposición está prohibida.

Esta app funciona igual que la anterior, combinando los dos formatos de MATCH (dando SI o NO) y SEARCH (para ver todos los perfiles en el área). Pero aquí está el primer punto negativo, ninguno de los dos modos filtra por orientación sexual, así que vi muchos chicos guapos que buscaban sólo conocer chicas.



Pero si encuentras un perfil que te guste, puedes mandarle un mensaje directo, marcarlo como favorito o enviarle una rosa. Si, una rosa.

La app guarda el historial de perfiles que te han gustado y los que no. Y tiene un modo de historias llamado "MOMENTS", donde los usuarios pueden compartir una foto interesante de su día.


3rder me parece que es una app gémela con 3nder, desde el nombre hasta el formato de presentación de perfiles y el fallo de no filtrar por orientación sexual, pero le supieron agregar esos pequeños toques extra que la hacen bastante interesante. Sin embargo, a 3rder, le daré un 6.5.



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Bueno, como se dan cuenta, ninguna de estas aplicaciones obtuvo un buen puntaje conmigo, pero quizás para alguien más estas apps sean el paraíso, todo depende de cómo se usen, pero para mí, como hombre gay, ninguna me hizo mucha gracia, y el tener que ver tantos hombres heterosexuales, con los que no voy a tener nada porque son heterosexuales, me desanima mucho de seguirlas usando.

abril 11, 2020

Evaluando Apps: Moovz

Moovz fue lanzada en 2015 con la intención de ser una mezcla de Facebook, Tinder e Instagram en una sola app.

Fue diseñada con la idea de cambiar la forma en que la comunidad LGBT se relaciona y se comunica, generando espacios de interacción y de intercambio de texto, imagen y video muy parecidos a los de las tres grandes redes que pretende imitar.

Hoy en día cuenta con más de 300 millones de usuarios de todo el mundo y unas 100 millones de publicaciones e interacciones diarias. Sin embargo, en nuestra América Latina no ha sido tan popular, quizás porque sus funciones más participativas, como los grupos, publicaciones e historias, tienden a revelar un poco más de nosotros de lo que otras apps nos permiten. Así que aquellos que buscan mantener su discreción mientras navegan y descubren a otros, quizás se sientan demasiado expuestos aquí.

La app cuenta con funciones esenciales que nos permiten crear nuestro perfil con la información mínima, como nombre, edad, ubicación, orientación, estado civil, género, tipo de cuerpo, altura, idiomas, educación y otros, con la intención de mostrarnos a posibles parejas.

Al igual que el Facebook, se nos permite tener una línea de tiempo en la que publicar imágenes y textos, a los que otros usuarios pueden dar "me gusta" o dejar comentarios.

La aplicación cuenta con una función para descubrir a otros usuarios cercanos o sugeridos de cualquier lugar del mundo que se va alineando con la gente a la que sigues y te sugiere usuarios similares o en común.

También cuenta con la función de grupos, para discutir diversos temas o intercambiar imágenes o cualquier clase de contenido. Y cualquiera puede crear un grupo de manera muy simple y en menos de 5 minutos.

Hay una función para explorar temas en tendencia a través de hashtags, así como ver imágenes de usuarios cercanos e ir "saltando" por publicaciones parecidas o relacionadas.

La función de historias, es la que mayor diferencia posee con otras apps o redes, pues esta función en Moovz sólo te permite publicar historias grabadas en el momento, es decir, en vivo.

En líneas generales, la aplicación es bastante interesante y da la estabilidad de publicaciones e interacción que se espera de redes más grandes, permitiendo que la app sea más abierta en cuanto a temas y posibilidades, menos cargada de deseos sexuales desenfrenados y quizás más inclusiva que otras en cuanto a la interacción entre personas de distintos orígenes, géneros y orientaciones.

Si se busca una opción más LGBT al tradicional facebook y sus usuarios más religiosos y homófobos, Moovz es una buena opción.

En fin, con el propósito de socializar, conocer otras personas e intercambiar contenido y experiencias, Moovz hace un excelente trabajo.

Por la cantidad de funciones que incluye y las posibilidades de interacción e inclusión, a esta app le daremos un 9.8, ya que aún posee mucha censura y yo soy más de la libertad plena de expresión, y ya depende de cada quien el provecho que le saque a la aplicación.


abril 10, 2020

Evaluando Apps: Grindr

Grindr es una de las apps más usadas hoy en día por la comunidad gay, con un número creciente de hombres trans, bi y queer uniéndose todos los días.

Lanzada al mercado en 2019, rápidamente se convirtió en una de las apps más conocidas y referenciadas en otros medios y redes. Hoy en día tiene más de 30 millones de usuarios de todas partes del mundo y cientos de historias positivas, negativas, de discriminación, de amor, de odio, de persecución y muchos placeres ligados con su imagen.

Ahora, esto no pretende ser un análisis profundo de la aplicación, sino una descripción sencilla de sus funciones más simples en la modalidad gratuita, la cual usaremos como referencia para las siguientes aplicaciones que vamos a probar.

Grindr es una aplicación bastante simple y fácil de usar, y quizás ese sea su atractivo número 1, el hecho que sea tan fácil de usar. Es bastante simple crearse una cuenta y un perfil, con la posibilidad de subir hasta 5 fotografías en tu perfil y tener varias más guardadas en una especie de almacén de imágenes sólo para alternar en el perfil principal.

Además la creación del perfil es bastante simple y toma menos de dos minutos llenar todos los datos regulares, como la estatura, peso, origen étnico, complexión física, género (que incluye cada vez más opciones), pronombres, rol, tribus, situación amorosa, lugar sugerido de encuentros, estado de VIH, lo que se busca y, ahora, si se aceptan fotografías no apropiadas para el trabajo.

La plantilla de búsqueda es bastante sencilla, con los perfiles identificados con un nombre o algún tipo de insinuación o fetiche y, en muchos casos, una foto para identificarse. Muchos optan por exhibir alguna parte de su cuerpo o algún lema, como forma de proteger su identidad ante lo que podrían ser sus vecinos en la misma app, pues Grindr funciona basándose en tu ubicación para mostrar aquellos que se encuentran más cercanos a ti.

La bandeja de mensajes es simple y fácil de usar, permitiendo identificar y eliminar mensajes sin mucha complicación.

La misma bandeja almacena los "taps", que son una forma de guiño que se puede usar para llamar la atención de otros usuarios sin tener que escribir un mensaje o enviar una foto, funcionando así como una forma de coqueteo indirecto para saber si el otro está interesado en iniciar el contacto o no.

Grindr permite usar una función de "favoritos" para registrar perfiles que nos parecen particularmente llamativos y seguirles el rastro. Y tras sumar algunos favoritos, Grindr te permite organizar grupos con ellos para hablar con todos a la vez, quizás esto podría resultar en algo interesante y sudoroso.

Por supuesto que también se nos ofrece la opción de entrar a la "tienda" para comprar el Grindr premium, que puede ser bastante costoso, dependiendo de tus prioridades.

Durante estos tiempos de cuarentena, Grindr ha dado acceso gratuito a su búsqueda de perfiles en otras ciudades, mejor conocido como la función "viajar", lo cual te permite ver perfiles de usuarios en cualquier ciudad del mundo.

Por último, durante la navegación dentro de la app, se permite el uso gratuito de ciertos filtros, para encontrar con mayor facilidad el tipo de hombre que se busca, estos te permiten filtrar por edad, lo que se busca, las tribus y, en modo de prueba, ver sólo usuarios con foto de rostro.

En líneas generales, siendo un usuario regular de esta aplicación, me parece que tiene todas las funciones apropiadas para una modalidad gratuita, aunque en su sitio web, los programadores tienen una sección abierta de sugerencias, con algunas bastante interesantes.

Si tuviese que pedir algo al Grindr, creo que sería lo mismo que he aprendido en otras redes, la posibilidad del feedback, de saber lo que otros usuarios, quizás de manera anónima, piensan de alguien antes de arriesgarme yo a conocerlo en persona, pero puede que sea mi actitud desconfiada la que pida eso.

En conclusión, el Grindr es una app muy sencilla de usar y de configurar, con una experiencia bastante relajada de uso y muchas posibilidades por explotar. Para mí, el Grindr se lleva un 9.5 de 10, porque aunque funciona a la perfección para lo que se espera, siempre se puede mejorar.

agosto 03, 2019

Carta Pública a un Amor Anónimo

Estimado tú,

Sé que escribir cartas está muy pasado de moda, y que quizás nunca leas esto (aunque yo voy a tratar de asegurarme que si lo hagas), pero me pareció que sería la mejor forma de dejarte en claro lo que está pasando por mi mente, y que me tiene un poco de cabeza, pero que al final es algo que necesito resolver conmigo mismo, aunque tu participación sería altamente bienvenida.

Sucede que hace varios años me he declarado poliamoroso, eso significa que, para mí, es imposible construir una relación con miras a una monogamia absoluta, y que esas escenas de celos y posesión son algo que realmente considero innecesario en una relación saludable, pero que inevitablemente toca evaluar en su momento, porque todos somos seres humanos y todos tenemos miedo a perder algo o a alguien que amamos. O quizás sólo le tememos al dolor de salir de nuestras rutinas amorosas.

Para mí, el poliamor ha sido un encuentro con cuatro principios clave, y no, no convertiré esto en una clase pero igual quiero que conozcas mi perspectiva sobre ellos (me parece crucial poner algo de 'convergencia semántica', como dice un amigo muy querido, sobre la mesa).

El primer principio es HONESTIDAD, que para mí significa el no tener secretos, el poder ir por la calle, tomados de la mano, y ser capaces de decir, sin miedo, que alguien más nos parece muy sexy o que tiene buena cola o bonita sonrisa, así como decimos que una pintura es hermosa o una estructura es fascinante. Honestidad para mí es un paralelo de fidelidad, porque el significado social de fidelidad es monogamia, pero el significado real es transparencia, realidad, sin distorsiones, sin omisiones, sin mentiras, sin secretos. Honestidad es hacer acuerdos y promesas que realmente pensamos cumplir, y cumplir es ser realmente fiel, incluso si nuestros acuerdos nos permiten estar con otras personas, la verdadera fidelidad es reconocerlo sin miedo.

El segundo principio es CONSENSO, que para mí significa el establecer acuerdos entre ambos. Nuestra relación no sería mía para decidir qué puedes hacer o no, y tampoco sería tuya para decidir por mí. Nuestra relación sería nuestra. Donde ambos podamos sentarnos y decir qué nos gusta y qué no, si queremos adaptarnos a normas sociales o si queremos ser una pareja de swingers o ir a una orgía cada fin de semana o si queremos exclusividad sexual o engordar juntos o casarnos y vivir en casas separadas o adoptar perros o gatos o caracoles u hormigas. Yo creo firmemente en construir juntos, en elegir juntos, en probar juntos, en decidir juntos, no en ser como los demás creen que deberíamos ser, sino en nuestra propia versión de lo que sea que nos provoque ser.

El tercer principio es RESPONSABILIDAD, que para mí significa asumir las consecuencias de nuestras decisiones y acciones. A diferencia de muchos, que te hago algo y si no te gusta me alejo, el poliamor me ha enseñado que si te hago y eso causa problemas, tengo que quedarme y hacer lo que me corresponda, sea resolverlo, sea escucharte en perfecto silencio o sea darte tu espacio. El poliamor me ha enseñado a perderle el miedo al dolor, al conflicto, al caos, a la ira, a los celos, a la envidia y al miedo mismo para enfrentarlos y madurar con ellos.

El cuarto principio es COMPERSIÓN, que es el que más me gusta de todos. La compersión es la dicha que se siente por la dicha del ser amado. Suena complejo, lo sé. Pero es realmente una fuerza transformadora. Yo lo he experimentado en relaciones anteriores, al ver la cara de dicha, los ojitos brillantes, la sonrisa de oreja a oreja de alguien a quien amo en diferentes situaciones. La he visto frente a una vitrina, cuando he tenido la dicha de comprarle algo que realmente quería y su sonrisa hace que cualquier suma de dinero sea insignificante. La he visto en medio de un orgasmo con otra persona, cuando me mira y, sin palabras, me agradece el compartir esa experiencia, su mirada gritando un TE AMO en silencio mientras su cuerpo se estremece de placer. La he visto en un cumpleaños, cuando su otro amado, mi metamor, llega a casa y le es imposible contener la dicha de tenernos a ambos en el mismo espacio y nos colma a ambos de besos, abrazos, caricias y sonrisas, como un cachorrito feliz de tener a su familia junta.

Pero para mí, el poliamor se ha ido convirtiendo en algo más, en un nuevo concepto, incluso más abierto, sigo creyendo firmemente en estos cuatro principios, claro que si. Pero cada día veo más innecesaria la costumbre social de ponerle etiquetas a las relaciones, de separar a los amigos de la familia, a la familia de la pareja. Cada día veo más cierta la idea de que todos los amores son igual de válidos e importantes, que las personas con las que compartes en el trabajo, las que salen contigo de rumba, las que te retan en la universidad, las que comparten tu cama y tus orgasmos o las que te hacen la sopa de pollo cuando te enfermas, todas son igual de importantes, todas son amores igual de válidos, igual de necesarios, igual de profundos, aunque se encuentren en contextos distintos y situaciones muy breves, todos hacen que la vida sea más plena y más feliz, y perder a cualquiera de estas personas puede producir un gran sufrimiento y dejar un vacío muy profundo por llenar.

Creo ciegamente que el amor nunca se acaba, que es infinito, que podemos amar y ser amados por tantas personas como conozcamos en nuestra vida, el problema está en permitirnos esos amores. Y esa es mi meta en este momento. Algo que llaman ANARQUÍA RELACIONAL.

Ahora ¿por qué te digo todo esto? Porque siento algo genial cuando tú estás cerca, porque me gusta la textura de tus labios cuando me besas suavemente, porque me gusta muchísmo verte sonreír, porque dormir abrazado al calor de tu piel es algo delicioso, porque amo llenarte de placer y sentir que me tienes la confianza suficiente para contarme absolutamente cualquier cosa, porque me gustan nuestros mensajes coquetos por WhatsApp, porque me encanta cuando entras y me sacudes el cabello con confianza y me llamas por algún apodo particular, porque me fascina escucharte en silencio, mirarte y dejarte ser tú. Pero para nada me gustaría sentir que soy un ancla o un muro que frene tu avance, que frene tu crecimiento y tu exploración de ti mismo y del mundo que te rodea. Lo que más amo de ti es tu libertad, y me odiaría mucho si te hiciera perder eso.

Quiero tener un espacio en tu vida, si, y creo que ya lo tengo. Quiero estar ahí cada vez que lo necesites, si. Quiero tener la dicha de consentirte y llenarte de besos, caricias, abrazos y razones para reír, quizás un par de dolores de cabeza, mucho sexo y cientos de historias y aventuras. Pero no quiero sentir que te corto las alas. Al contrario, me gusta verte volar.

Hace años, pensando en situaciones similares a esta, se me ocurrió la que, para mí, es la etiqueta perfecta en la anarquía relacional, o al menos hasta ahora nadie me ha dado una mejor. Lo que yo quiero ser para ti es un NIDO. Si, un nido, como los de las aves, y te diré por qué.

Un nido es una figura muy poco poética, en la mayoría de los casos un nido es un espacio caótico, lleno de detalles por mejorar pero que cumple su función a cabalidad, con esto ya me voy sintiendo identificado. ¿Cuál es la función del nido? Proveer un espacio seguro para que los polluelos puedan desarrollarse hasta que decidan volar fuera y satisfacer sus propias necesidades. Y muy pocas especies de aves regresan al nido una vez que lo abandonan, pero ahí es donde está toda la diferencia.

Yo quisiera ser para ti como un nido. Un espacio seguro en el que puedas encontrarte contigo mismo a través del silencio, o del cariño, o del diálogo, o del cine, o del arte, o de la comida, o del sexo, o del abrazo, o de la caricia, o del beso, o del sueño, o de las risas, o de las lágrimas, o de lo que tú tengas ganas y quieras compartir conmigo, claro, y que yo también quiera compartir contigo, porque esto va en doble vía. Pero al mismo tiempo ser un espacio en el que tú sepas que puedes ser, estar, sanar, aprender y evolucionar antes de seguir tu rumbo, un espacio del que no te sientas prisionero, sino con la capacidad de ir y venir con libertad. Un lugar donde puedas estar a salvo del resto del mundo y, cuando tengas las fuerzas para volver a luchar contra él, abrir las alas y salir sin temor a perder nada, sabiendo que puedes volver cada vez que lo necesites.

Mi problema actual es que eres la única persona con la que me he sentido de esta manera en mucho tiempo y mi mente, que todavía repite la programación heteronormativa y religiosa que mis padres le enseñaron, insiste en que necesito ponerte una etiqueta y exigirte cosas para poder ofrecerte cosas a cambio. Y darle vueltas a esa idea se me hace cada vez más irrisoria. ¿Por qué tendría que ponerle cadenas y etiquetas y grilletes a alguien que amo si es tan rico saber que es libre y viene porque realmente le nace hacerlo?

Creo que toda esta situación me ha obligado a cuestionar mis propios ideales y paradigmas, a entenderme mejor, a leer más, a guardar más silencios, a escribir más, a dibujar más, a pensar más en mis amores del pasado, del presente y los que vengan en el futuro. Creo que todo esto me ha hecho querer ser más el nido de amores y menos el esposo legal, firmado, sellado, normado y establecido por patrones sociales con los que ni siquiera estoy de acuerdo. Creo que necesito abrirme más a dar amor y a recibirlo sin miedo, y quizás necesito entender más el cómo funciona y compartirlo con más gente a mi alrededor para poder encontrar todos esos amores que compartir y ver volar libremente.

Y tengo que agradecerte a ti por poner todas estas dudas en mi mente, quizás sin saberlo hasta ahora.

En conclusión, quiero ser tu nido, eso me haría muy feliz, que entendieras que mi puerta siempre va a estar abierta para ti, que mi cama siempre va a guardar un espacio para darte cobijo, que seguiré aprendiendo recetas de cocina para sorprenderte, que seguiré teniendo ganas de masajear tu espalda, de lavarte en la ducha, de oírte reír y llorar y contar historias, que seguiré comprando cervezas y buscando excusas para verte y pasar tiempo juntos, pero que amo hacer esas cosas porque me nace hacerlas, no porque haya una etiqueta social que nos obligue a cumplir ciertos ritos de pareja, sino por el puro gusto de hacer cosas con alguien que amo.

Y quiero amar a muchas otras personas y que tú también lo hagas sin temor a perder ese espacio conmigo, porque hace años me declaré poliamoroso y me di cuenta que, aunque los amores se distancien y se guarden silencios, aunque algunos no incluyan contacto sexual y otros vengan sólo por el sexo, aunque las relaciones cambien y las costumbres cambien y los espacios y los tiempos cambien, jamás el amor se acaba, jamás deja de estar ahí, jamás voy a dejar de querer cuidar y consentir y ver la sonrisa, el brillo en los ojos y la paz en el rostro de los seres que amo.

Y en este momento estoy seguro que te amo a ti, mientras lees este texto.

octubre 18, 2016

Lo siento Erick

Martes. 3am. De nuevo me había conquistado el insomnio, a lo que ya me he sabido resignar e incluso sacar provecho, así que no estaba para nada mal. Lo primero que me sugirió el cerebro fue revisar el Grindr, si, la app gay; en líneas generales le he perdido toda la fe al proceso de ligue y encuentro al que la mayoría de hombres gay está acostumbrado hoy en día, es decir, sigo disfrutando el sexo y la emoción del primer encuentro, pero mi proceso de búsqueda y selección es más intelectual, más calmado o más profundo, no sabría decirlo con certeza. Tal vez sea cierto y me estoy volviendo viejo y complicado, aun así, lo disfruto y, aunque parezca imposible, siempre termino encontrando alguien que llena mis expectativas.

Entonces, ahí estaba yo, 3 de la mañana, increíblemente frío para una ciudad como Guayaquil, metido bajo las cobijas, evitando ser devorado por los zancudos y hacer demasiado ruido.  Entonces recibo este mensaje. Lo típico: “Hola. ¿Qué tal?”. Me encanta cuando el inicio es sutil, como quien no quiere nada en lo absoluto. Después de un par de minutos aún no habíamos caído en las preguntas básicas (edades, roles, ubicaciones…). La conversación se había ido por las ramas más interesantes, pequeñas preguntas bien pensadas sobre nacionalidades, gustos musicales, gustos en comida, hobbies, historias de viaje y de amores del pasado.

Era impresionante la cantidad de líneas de conversación que se producían una tras otra con fluidez al pasar cada segundo. Luego de un rato por fin apareció la primera pregunta incómoda, para él, no para mí: ¿Y por qué estás despierto a esta hora?”. Mi respuesta era simple: “INSOMNIO, tengo un par de meses con problemas para dormir. Nada grave. Mi cuerpo está reajustándose a nuevos ritmos y aún no encuentra el reloj correcto”, le dije, esperando sonar gracioso.

Hubo un par de segundos de silencio esta vez, entonces llegó su respuesta: “Mi novio me acaba de terminar y no puedo dormir”. Por supuesto yo, de chismoso, metiendo el dedo en la llaga, tenía que preguntarle lo que había sucedido. Así, línea a línea, me enteré de su historia personal de amor y dolor…

Tenían un par de años juntos, típica película que empieza muy bien. Hacía unos meses habían decidido mudarse juntos, pensando que eso fortalecería la relación en un tiempo en el que parecía que todo se había comenzado a enfriar. Ambos se estaban esforzando, aparentemente. Pero el fuego realmente se había extinguido y sólo estaban soplando cenizas al viento. Entonces llegó un empleo tras otro, el éxito laboral que te aleja de casa y te mantiene ocupado días y noches enteras, la distancia era evidente entre los dos, aun compartiendo la misma cama ya se sentían como dos mundos orbitando en direcciones opuestas.

“Entonces, hoy salí de la oficina a golpe de la una de la mañana, conduje a casa, subí al apartamento y encontré una nota sobre la cama: ‘Te deseo lo mejor, yo buscaré mi felicidad, espero encuentres la tuya’. No puedo decir que no lo veía venir. Pero pensé que habría un proceso de diálogo al menos. En fin, abrí una botella de vino y aquí sigo despierto. Todas sus cosas desaparecieron. Y, aunque apenas podía llamar relación a lo que teníamos en los últimos meses, igual siento que he perdido una parte de mí. Como que me falta algo. La cama se me hace demasiado grande.”

Debo admitir que fui yo el salido que le preguntó si quería compañía. No estaba seguro de cómo lucía este hombre, pero sentí que le vendría bien conversar y desahogarse. Así que hice un poco de presión, un par de ofertas que incluían compañía, música suave y oír todo lo que tuviera que decir en perfecto silencio y absoluta atención.

Diez minutos después me encontraba caminando por las calles de Guayaquil en dirección al centro de la ciudad. A encontrarme con un perfecto desconocido. Llegué al sitio pactado para el encuentro y observé la hora en el móvil, 4.15 am. Caminé demasiado rápido y llegué cinco minutos antes, pensaba que el sitio quedaba más lejos.

Entonces veo un auto acercarse, el número de placa me indicaba que era él. Se me acelera el corazón, más de miedo que cualquier otra cosa, podría todo haber sido mentira y estar a punto de irme al apartamento de un loco, un asesino en serie o algo peor. Él se detiene frente a mí y abre la puerta del lado del pasajero, me subo y me recibe una mano en gesto de saludo, esperando el primer apretón entre dos seres insomnes. Lo observo sonreír, es más guapo de lo que pensaba que sería, su cabello oscuro y liso cayendo un poco hacia ambos lados, sus dientes derechos, sus labios pequeños, nariz perfilada, ojos color café.

“¿Siempre vistes así para tus encuentros de madrugada?”, le pregunto mirando sus zapatos de vestir, pantalón y camisa negra abotonada hasta el cuello tras una corbata azul marino. “No”, responde él, “ni siquiera me he cambiado desde que salí de la oficina. Que pena contigo”. Nos fuimos a su casa, conversando sobre el viaje desde Venezuela y los retos de renunciar a todo para obtener el mundo.

Llegamos al apartamento, comenzó ofreciéndome vino, pero ya había tomado lo que había, así que luego fue cerveza o jugo de naranja. Acepté el jugo. Nos sentamos a conversar, primero de sus propios viajes, sus proyectos, su colección de maquetas de diversos proyectos en los que ha trabajado, su fascinación por el cine de ficción y la ingeniería de vanguardia. Pero era inevitable el tema de su relación, en cada tema, en cada detalle, en cada rincón del apartamento algo le recordaba a quien se acababa de marchar de su vida. Poco a poco fuimos pasando de lo curioso a lo personal, a lo triste, a lo nostálgico. La luz de su sonrisa y de sus ojos se iba apagando.

Entonces, de la nada, resolvió por ducharse para estar más cómodo y presentable. Me quedé sólo, sentado en su cama, mirando por la ventana las líneas de la ciudad, sorbiendo del exagerado vaso de jugo que me había servido y picando ocasionalmente la bolsa de maní salado que había abierto para mí y que parecía tener años guardada.

Cuando volvió de la ducha me pareció mucho más guapo que cuando me recogió en el auto. Su cabello húmedo parecía más oscuro contra su piel blanca y realmente se veía mucho más joven con su mono y franelilla que de camisa y corbata. Entonces se tiró en la cama junto a mí, preguntando por mis historias de amor personales, tratando de distraerse de la suya propia supongo. Le conté de mis amores, de poliamor, de cuánto seguía queriendo a algunos de mis ex, de lo mal que había pasado con algunos rompimientos y lo poco que me habían importado otros.

5.30am. “¿Te quedas a dormir conmigo?” preguntó de repente, interrumpiéndome en medio de un monólogo sobre celos y mentiras. “Seguro”, le dije, “me parece bien”. Me ofreció una camiseta y un short para dormir, entonces nos metimos en la cama. Rápidamente puso sus brazos a mi alrededor y me apretó contra su pecho. Yo estaba de espaldas, sintiendo su respiración en la nuca y sus pies fríos contra los míos. El sueño nos invadió a ambos. “Lo siento Erick”, murmuró de repente, “no te hice feliz como quería. Yo también espero que encuentres lo que buscas. Gracias por todo lo bonito que me diste y por ayudarme a ser mejor. Te amo.”

Me fue difícil contener un par de lágrimas antes de caer dormido. Pero me sentí muy bien de hacer esta conexión, de ofrecer mi tiempo y mis oídos para traer paz a la vida de alguien, al menos por una noche, o un amanecer.


Cosas que pasan cuando el insomnio ataca en Guayaquil.


octubre 12, 2015

Decálogo de Sexo

La pregunta del día es: ¿por qué te acuestas/has acostado con tanta gente en tu vida?

Bueno, tengo varias respuestas a eso, o quizás varias partes de una misma respuesta. Mi propio decálogo para ser exacto.

1. Porque soy curioso. Porque conozco a alguien y quiero saber cómo es su pene, si, lo digo en serio, su pene, sus testículos, qué cara pone al acabar, si gime o jadea, si se queda quieto como un muerto o si es de esos que se mueve como si estuviera bailando. Ni siquiera es una necesidad de hacerlo con él directamente, para mí es suficiente el verlo con alguien más o verlo masturbarse. Mi curiosidad se verá satisfecha si puedo analizar sus expresiones de placer libremente. Y quizás si todos pudiéramos satisfacer nuestra curiosidad el sexo dejaría de ser algo tan prohibido y tan deseado a la vez.

2. Porque me da morbo. El sexo debe dar morbo, debe producirte un hormigueo raro en la panza, o una sensación de dificultad al respirar, o debes sentir la sangre subiendo al rostro, o el corazón acelerado. El sexo debe hacerte sentir algo. Bueno, a mí me hace sentir muchas cosas. Como persona empática que soy, yo disfruto el sexo por lo que veo que disfrute la otra o las otras personas. Por eso no necesito ni acercarme, si puedo ver su placer, oírlo, olerlo, sentirlo en las más mínimas vibraciones del aire, es perfecto y es suficiente para mí.

3. Porque me importa muy poco la opinión de los demás. Sé que la gente siempre hablará de chicos como yo, pero como ellos no pagan mi alquiler, ni mi mercado, ni mi internet o agua o luz, pues realmente me importa muy poco lo que digan o dejen de decir. Es más, es genial que hablen de mí, eso sólo demuestra la envidia que me tienen porque hago lo que ellos se mueren por probar. Y, seguramente, porque yo si me he tirado a todos los chicos que ellos ni se atreven a saludar, o me habré acostado con sus novios o sus ex, o qué se yo. Pero mientras más hablan de mí, más curiosidad les da a otros chicos de saber que tan bueno puedo ser en la cama. Y créanme, hasta ahora nadie se ha ido decepcionado, por algo siempre vuelven pidiendo más.

4. Porque jamás pienso dejar que alguien me diga cómo, cuándo, dónde o con quién puedo usar mi cuerpo. Ni el cura en la iglesia que seguramente se estará masturbando pensando en alguna chica o tocando a un niño del vecindario; ni el político que se sentará en su oficina y habrá contratado a su secretaria para verle las tetas y soñar con el día en que se la va a tirar; ni el militar que a escondidas se coje al más marico que encuentra para seguirse sintiendo hombre porque es el sexo más fácil que consigue; ni mis padres que se habrán montado cachos alguna vez en la vida; ni mis hermanos que tienen sus historias personales; ni mis vecinos que los he oído jadear cuando me oyen a mí disfrutar del sexo; ni mi casero que tendrá amantes en todos los países que pisa en sus viajes; ni el resto de los maricos de esta sociedad que llegan a sus casas a darse un buen pajazo pensando en lo bueno que debe follar ese tipo, mientras yo si me lo estoy haciendo con él.

5. Porque mi cuerpo es mío. Esto tiene mucho que ver con la anterior, pero es un asunto más íntimo que lo que diga el resto de la sociedad. Mi cuerpo es mío, es mi templo, es mi juguete, es mi lienzo, es mi herramienta, mi dildo, mi vibrador, mi todo. Y yo deseo compartirlo, ejercitarlo, masturbarlo, rozarlo, disfrutarlo, sentirlo temblar de placer y convertirlo en una fuente de placer para otros. Yo quiero usar mi cuerpo como yo deseo, sin dejar que otros ejerzan su influencia en mí.

6. Porque no me duelen las palabras. Palabras como “puta”, “promiscuo”, etc., me parecen tan simples y llenas de ignorancia. La gente desconoce que esas palabras son herramientas de un sistema religioso opresor, nocivo, tóxico, venenoso, asqueroso y despreciable para regular las actividades sexuales de las personas y mantener un control sobre la ideología de vida, implementando la pena, la vergüenza y el escarnio público como armas contra la libertad de ejercicio de la sexualidad. Así que la próxima vez que me llamen “puta”, piensen que estoy orgulloso de serlo porque seguramente fui yo quien le enseñó a su novio a hacer bien lo que hace bien.

7. Porque me une con otras personas. Tener sexo es un acto físico, carnal, espiritual, mental, energético, tántrico, social, religioso, consciente, subconsciente, animal, intelectual, académico, militar, político, económico, en fin, el sexo te abre y te une a otra persona en tantos niveles, en tantas variantes, en tantas posibilidades que es innegable como una fuente de intimidad, de complicidad, de conexión, de amistad, de unión, de empatía, de lazos que son difíciles de romper. Si más personas tuvieran más sexo con menos tabúes, el mundo sería un lugar lleno de más comprensión, tolerancia y respeto.

8. Porque crea nuevos universos. Energéticamente hablando, el sexo libera una energía tan poderosa, tan positiva, una energía brillante, llena de inspiración, creatividad, libertad, magia, es un big bang que genera nuevos universos por doquier, que crea espacios en nuestra mente para llenar con nuevos recuerdos, porque altera nuestras dimensiones y nos hace ver la vida de una forma distinta, porque nos reconfigura por completo. Díganme que no vale la pena hacerlo por crear nuevos universos y moriré de risa.

9. Porque es el mejor ejercicio de la vida. Cuando se hace bien, en el sexo puedes ejercitar todos los músculos, hasta los del rostro, y como me considero muy bueno en mis posiciones y ritmos, puedo decir que el sexo es el mejor gimnasio. Además el sudor que se genera en el sexo te limpia la piel de una manera increíble, te abre los poros y sale la suciedad, te oxigena la sangre, te llena de energía el sistema nervioso, fortalece el corazón, los pulmones, los huesos, incluso te limpia los dientes. Realmente el sexo es una fuerza increíble para vernos y sentirnos mejor.

10. Porque es el mejor terapeuta que se puede conseguir. Tener sexo te sube la autoestima, te hace sentir bien contigo mismo, te hace sentir deseado, querido, esperado, buscado, atractivo, y si estás con una persona que es buena en la cama, te pone a hacer ejercicio también; si estás con un chico que tenga la paciencia suficiente para enseñarte nuevos trucos, posiciones y placeres, cada encuentro se convierte en una lección para ser el mejor amante que otros puedan conocer en su vida. Es como una cadena interminable de aprendizajes sexuales que produce todos los beneficios antes mencionados y que además nos deja siempre con una gran sonrisa en el rostro y deseosos de volver por más.


Por eso, mis queridos lectores, me acuesto con todo el que yo me quiera acostar. ¿Alguna duda?