Para mí, gente BASICA son esas personas cuya prioridad en la vida es pasar sus fines de semana en una discoteca, que dedican horas a elegir vestuario, maquillaje, peinado y accesorios solo para terminar usando lo mismo (o algo extremadamente parecido) a lo que usaron la semana (o la noche) anterior.
Para mí, gente BASICA son esas personas que pueden comer mal, retrasarse en los pagos de servicios, no tienen ni para unas mediecitas nuevas, pero exhiben con orgullo su teléfono móvil de última generación.
Para mí, gente BASICA son esas personas sin aspiraciones (“si ya estoy bien, para que arriesgarme a intentar algo diferente”), sin estudios (no porque no pueden, sino porque no le ven el sentido a seguir estudiando toda la vida), sin metas (¿ya mencione las rumbitas TODOS los fines de semana?), sin sentido del esfuerzo y la recompensa (“pa eso hay que trabajar mucho, mejor le digo a mi papá que me lo compre”).
Finalmente, para mí, gente BASICA son esas personas mediocres, sin sentido de superación, sin ganas de estar mejor, sin esfuerzos por corregir y aprender, crecer, evolucionar, mejorar, demostrar que son capaces de hacer las cosas con excelencia, ser merecedores de la oportunidad, del brillo de las luces, del rugir de los aplausos y de las miradas de agradecimiento, aprecio o felicitaciones. Ellos se conforman con repetirse una y otra vez que “errar es de humanos”. ¿Y para qué corregir, no?
¿Pero qué sería del mundo sin gente BASICA? Se movería la balanza, se desordenaría el mundo, entraríamos en el caos, y no habría diferencias notables para aquellos que nos esforzamos un poquito más por hacerle gimnasia a nuestras neuronas. Entonces, TODOS seríamos igual de básicos.
Que bueno que la gente BASICA sirva al menos para mantener el balance en el mundo.