Hoy me levanté lleno de nostalgia
Lleno de recuerdos que nunca llegamos a construir
Lleno de lágrimas por un futuro que nunca salió de nuestras
mentes
Recordando quizás tus besos mientras oíamos la lluvia caer
Y como cada gota de lluvia nos hacía sentir más vivos
Mientras tu piel y la mía encontraban el camino para
convertirse en una sola
Recordando quizás nuestros labios encontrándose salvajemente
Esos deseos frenéticos de devorar tu cuerpo, de sentir que
eras mío
Imaginando un tiempo en el que mis primeras luces fuesen a
tu lado cada día
Imaginando un futuro en el que tus “buenos días” fuesen mi
despertador más anhelado
Recordando quizás tus locos abrazos y su asfixia amorosa
Ahogándome en el aroma de tu piel
Y quemándome con la tibieza de tu cuerpo
Recordando quizás tus atenciones, tus detalles, tus sonrisas
Y como lo más sencillo parecía iluminar mi vida con la
potencia de mil soles
Como tu cariño y tu voz eran lo único que necesitaba para
sonreír
Como tu presencia reemplazaba mi aire y me hacía respirar
más profundo
Recordando el dolor de tu corazón roto
Recordando el luto del mío
Recordando tus palabras, a ratos tan sabias, a ratos tan
sarcásticas o sin sentido
Pero todas fugaces, como deseos arrojados al aire sin
dirección
Como quisiera recordarlas todas y cada una, atesorarlas como
al ave más exótica
Pero tus “te amo”, son los que más protegería, son los que
más debí proteger
Como preciosas aves del paraíso, como la más rara especie y
la más fugaz
E imagino un tiempo en que esos “te amo” acompañaran mi café
En que un “te amo” marcaría el fin de cada día y el comienzo
de uno nuevo
Y más aún, en que ese “te amo” nos acompañaría a lo largo de
canas y arrugas
Hoy me levanté extrañando un futuro que nunca llegó
Hoy me levanté extrañando un pasado que debo soltar porque
me quema las manos
Hoy me levanté extrañando un presente que asesinamos juntos
Tú, y yo, y esos “te amo” que se nos escaparon por la
ventana
Hoy me levanté extrañándote, a ti, a él, a todos y cada uno
Hoy me levanté extrañando algo
Algo que, poco a poco, se vuelve tan efímero y tan fugaz
como esos recuerdos
Recuerdos que nunca llegamos a construir