Es un día perfectamente normal, el cielo es azul, la gente va a su trabajo, la contaminación nos sigue fregando los sentidos, pero todo eso puede terminar muy pronto, se aproxima el “primer contacto” con vida de otro planeta, y no será nada agradable.
“Battle: Los Ángeles” es una historia como tantas que nos trae el cine de Hollywood, con extraterrestres que invaden la Tierra y gente que lucha para evitarlo.
Pero entre los efectos, la imagen del héroe que se sacrifica por el bien de su gente, de su nación o planeta, la música, que aunque no se nota mucho da peso a cada acción, y la violenta ocupación alienígena esta película ha capturado mi atención y mi imaginación por completo.
¿Qué haríamos nosotros frente a una invasión semejante? ¿Qué haríamos ante la imposibilidad del dialogo? ¿Qué haríamos ante la violencia sin medida y sin misericordia? ¿Cuántos de nosotros pasaríamos entonces de ser simples extras en la historia y tomar las armas a nuestra disposición para convertirnos en héroes y defender aquello que amamos?
Héroe, suena grande, suena imponente, pero es tan simple como enfrentarse a los miedos, a las palabras, a las acciones, defender lo que crees correcto y justo, aunque tengas a todo el universo en tu contra.

Para mi un héroe es quien dice “no tires eso a la calle”, “apaga la luz”, “no te atrevas a golpearla de nuevo”, “deja ese perro tranquilo”, “eres mi hijo y te amo igual”.
Para mi los héroes somos cada uno de nosotros cuando luchamos por ser felices y defender nuestro pequeño mundo personal sin preocuparnos por el qué dirán los demás.
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